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La jirafa que quería tocar las estrellas Fábulas Infantiles para niños pequeños. Cuentos de Animales. Con Actividades
Había una vez, en la vasta sabana, una pequeña jirafa llamada Gira. Gira tenía grandes manchas doradas y un largo cuello, pero no tan largo como las jirafas adultas. A ella le encantaba mirar el cielo estrellado por las noches, y siempre soñaba con tocar las estrellas.
«¡Oh, cómo brillan!», decía Gira con un suspiro. «¡Quiero tocarlas con mi hocico!»
Todas las noches, Gira estiraba su cuello tan alto como podía, pero las estrellas estaban muy lejos, mucho más allá de las copas de los árboles más altos. Un día, mientras intentaba alcanzar las estrellas, un búho sabio que vivía en un viejo árbol la observó con curiosidad.
«Hola, pequeña jirafa», dijo el búho, cuyo nombre era Bubo. «¿Por qué estiras tanto tu cuello?»
Gira suspiró. «Quiero tocar las estrellas, pero siempre están demasiado lejos.»
Bubo la miró con sus grandes ojos brillantes. «Las estrellas son hermosas, pero están en lo alto del cielo. Sin embargo, hay más de una manera de acercarse a ellas.»
Gira inclinó la cabeza. «¿De verdad? ¿Cómo?»
«Ven esta noche», dijo Bubo, «y te mostraré cómo.»
Gira pasó todo el día emocionada, esperando el anochecer. Cuando el cielo finalmente se oscureció, Gira corrió hacia el árbol de Bubo. El búho agitó sus alas y con un suave silbido, una nube de pequeñas luces comenzó a aparecer. Eran luciérnagas, cientos de ellas, iluminando la noche.
«¡Oh, son como pequeñas estrellas!», exclamó Gira.
Bubo sonrió. «Con la ayuda de las luciérnagas, podrás sentirte más cerca de las estrellas que tanto amas.»
Las luciérnagas revolotearon alrededor de Gira, formando un resplandor cálido y brillante. Aunque no tocaba las estrellas del cielo, Gira sintió que tenía su propio cielo estrellado a su alrededor.
«Gracias, Bubo», dijo Gira con una sonrisa radiante. «Ahora sé que, aunque no pueda alcanzar las estrellas, siempre puedo llevar su luz en mi corazón.»
Desde esa noche, Gira ya no intentaba alcanzar las estrellas en lo alto. En cambio, se sentía feliz cada vez que miraba a las luciérnagas, recordando que las cosas más hermosas no siempre están lejos; a veces, están muy cerca de nosotros.
Moraleja: No siempre podemos alcanzar todo lo que deseamos, pero si miramos a nuestro alrededor, encontraremos maneras de sentirnos cerca de aquello que más amamos.
Preguntas de comprensión para los niños:
- ¿Cómo se llamaba la pequeña jirafa que quería tocar las estrellas?
- ¿Qué animal le dio un buen consejo a Gira?
- ¿Qué ayudó a Gira a sentirse más cerca de las estrellas?
- ¿Qué aprendió Gira al final del cuento?
- ¿Qué otros animales o cosas en la naturaleza brillan como las estrellas?
