La Cigarra y la Hormiga
Érase una vez, en un soleado prado lleno de flores, árboles y pequeños animalitos, vivían dos amigas muy diferentes: una cigarra y una hormiga.
La cigarra, llamada Cigi, pasaba sus días cantando alegremente bajo el sol. Con su guitarra de hojas verdes, entonaba melodías que hacían bailar a los pájaros y sonreír a las mariposas. Cada día era una fiesta para Cigi. No tenía preocupaciones, solo quería disfrutar del buen tiempo.
Un día, mientras Cigi cantaba a todo pulmón, vio pasar a su amiga la hormiga, Ana, cargando una hoja gigante en la espalda.
—¡Hey, Ana! —gritó Cigi, con una gran sonrisa—. ¿Por qué no vienes a cantar conmigo? ¡El día está hermoso!
Ana, que estaba muy ocupada recogiendo comida para el invierno, la miró y le respondió:
—¡Oh, Cigi! Me encantaría, pero no puedo. El invierno llegará pronto, y tengo que llenar mi despensa para no pasar frío ni hambre cuando ya no haya comida.
Cigi se rió y dijo:
—¡Invierno, invierno! Todavía falta mucho para eso. ¡Ven, diviértete un rato!
Pero Ana, siendo muy trabajadora, siguió su camino sin detenerse.
Pasaron los días y las semanas. Cigi seguía cantando, feliz de la vida, mientras Ana no dejaba de trabajar, llenando su hormiguero con semillas, hojas y pequeños granos de comida.
Una tarde, el cielo empezó a ponerse gris y frío. Cigi notó que ya no hacía tanto calor y las flores comenzaban a desaparecer. De repente, llegó el invierno. La nieve cubrió todo el prado y ya no había ni una sola flor ni hoja a la vista. Cigi, que no había guardado nada de comida, empezó a sentir mucho frío y hambre.
—¿Qué voy a hacer? —se lamentaba mientras tiritaba—. No tengo nada que comer, ni un lugar cálido donde refugiarme…
Desesperada, decidió ir a la casa de su amiga Ana, la hormiga, con la esperanza de que pudiera ayudarla.
Tocó la puerta del hormiguero y Ana la recibió con una sonrisa, aunque un poco sorprendida.
—¡Cigi! —dijo Ana—. ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías cantando en algún lugar.
Cigi, avergonzada, bajó la mirada.
—Oh, Ana… Me equivoqué. No recogí comida ni me preparé para el invierno. Ahora tengo hambre y frío… ¿Podrías ayudarme, por favor?
Ana pensó un momento y luego, con su corazón generoso, respondió:
—Está bien, Cigi. Te ayudaré, pero debes prometerme que el próximo año también trabajarás un poco para prepararte para el invierno.
Cigi asintió rápidamente, agradecida.
—¡Lo prometo, lo prometo! ¡Trabajaré junto a ti el próximo año!
Y así, Ana compartió su comida y su calor con Cigi durante todo el invierno. La cigarra aprendió una valiosa lección: hay un tiempo para divertirse y otro para trabajar. Y cuando llegó la primavera otra vez, Cigi cantaba más feliz que nunca, pero esta vez, también dedicaba algunas horas a recoger comida junto a su amiga Ana.
Y colorín colorado, ¡esta fábula se ha terminado!
Moraleja:
Siempre es importante disfrutar de la vida, pero también debemos ser responsables y prepararnos para el futuro. Hay un momento para divertirse y otro para trabajar. ¡El equilibrio es clave!
Preguntas de comprensión:
- ¿Cómo se llamaban los personajes principales de la historia?
- (Respuesta esperada: Cigi, la cigarra, y Ana, la hormiga)
- ¿Qué hacía Cigi todo el día?
- (Respuesta esperada: Cantaba y se divertía)
- ¿Por qué Ana no se detuvo a cantar con Cigi?
- (Respuesta esperada: Porque estaba trabajando para recoger comida para el invierno)
- ¿Qué pasó cuando llegó el invierno?
- (Respuesta esperada: Cigi no tenía comida ni refugio, y tenía frío y hambre)
- ¿Qué hizo Ana cuando Cigi fue a pedir ayuda?
- (Respuesta esperada: Le dio comida y refugio, pero le pidió que trabajara el próximo año)
- ¿Qué prometió hacer Cigi el próximo año?
- (Respuesta esperada: Trabajar junto a Ana para prepararse para el invierno)
Actividades para preescolar:
- Teatro de marionetas
Los niños pueden hacer marionetas sencillas con papel o calcetines para representar la historia. Se pueden disfrazar de cigarra o hormiga y recrear los diálogos. Esto les ayuda a comprender mejor la trama mientras se divierten actuando. - Juego de clasificación: «Trabajo o Diversión»
Haz tarjetas con imágenes de diferentes actividades, como «trabajar en el jardín», «jugar con una pelota», «cantar», «limpiar». Los niños deben clasificar cada tarjeta bajo dos categorías: «Trabajo» o «Diversión». Luego, se puede discutir cómo ambas son importantes y deben equilibrarse. - Dibujo de la moraleja
Después de hablar sobre la lección de la fábula, pídele a los niños que dibujen una escena que represente la moraleja, como Cigi recogiendo comida junto a Ana, o las dos disfrutando del tiempo juntas. Luego, pueden compartir sus dibujos y explicar lo que han aprendido. - Búsqueda del tesoro de la hormiga
Organiza una búsqueda del tesoro en la que los niños deben encontrar «comida» (pueden ser pequeños objetos o fichas) y llevarlas a un «hormiguero» (un canasto o caja). Esto les enseñará la importancia de recolectar y prepararse, tal como lo hizo la hormiga en la fábula. - Canción del trabajo y el descanso
Crea una canción simple que hable sobre la importancia de trabajar y descansar. Los niños pueden aprender la canción, cantar juntos y, entre estrofa y estrofa, alternar entre hacer mímicas de «trabajo» (como cavar o cargar cosas) y de «diversión» (como bailar o saltar).
Estas actividades refuerzan la enseñanza de la fábula de una manera lúdica y entretenida, adecuada para los niños de preescolar.